Tras la huella del universo inicial
A finales de los años setenta del siglo pasado, Alan Guth era un joven científico, un posdoctoral que llevaba ya unos años de contrato temporal en contrato temporal, eso sí, en universidades estadounidenses de primera línea, sin lograr un puesto permanente. Como físico teórico de partículas andaba buscando en sus ecuaciones unas exóticas partículas —los monopolos, que siguen sin aparecer en experimentos ni observaciones—, pero se encontró con el principio del universo. Él cuenta que la palabra inflación, el nombre de la teoría que barruntaba en su cabeza aquellos días sobre un descomunal y rápido crecimiento del cosmos al nacer, aparece ya en su diario a finales de diciembre de 1979. Ahora, 34 años después, su teoría ha pasado la prueba experimental imprescindible de la ciencia: la detección en el cielo de las huellas de las ondas gravitacionales que, como habían pronosticado los físicos, tenían que estar ahí si la idea era correcta. Guth, ahora con 67 años, ha dicho esta semana que no contaba con que se produjera esta confirmación de su teoría en su vida y que “es de premio Nobel” la investigación que lo ha hecho posible con el telescopio estadounidense BICEP2, instalado en el Polo Sur.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/22/actualidad/1395501376_790554.html
Esta noticia me parece interesante debido a que es una oportunidad de descubrir la razón de por qué estamos aquí y como empezó y se formo nuestra galaxia, universo y sobretodo nosotros y nuestro planeta.
Me ha gustado esta noticia porque, como dice Paula, así, leyendo estas publicaciones, conocemos el origen de la vida.
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